Estando el expresidente Manuel Bulnes Prieto dedicado a sus actividades agrícolas en la Hacienda Las Canteras en Los Ángeles, que había comprado a Bernardo O'Higgins en Perú, escribió en 1865 una carta a su amigo Álvaro Covarrubias, en ese entonces Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, donde le cuenta que pronto viajará a la capital. La carta dice:
" S. D. Alvaro Covarrubias
Canteras, Marzo 10, 1865
Señor Ministro y amigo
Sin un fuerte aguacero de dos días que hemos sabido por estos mundos después de haber llegado a mi poder su carta de Ud. del 1°, no habría demorado en ponerme en marcha para esa capital llenando los deseos de Ud., más, como este inconveniente ha creado, lo verificaré dentro de dos o tres días más.
Mientras tiene el gusto de verle, se despide su atento servidor y amigo.
Manuel Bulnes"
¿Cómo llegó esta carta desde Los Ángeles a Santiago?
En aquella época existían estafetas, que eran personas respetables que sabían leer y escribir, ellos llevaban las cartas a una diligencia que hacía una especie de posta para el norte, en cada ciertos tramos se hacían cambios de caballos.
Por ejemplo, desde Los Ángeles a Chillán se cambiaban 12 veces de caballos, para dar rapidez al sistema. En las ciudades principales la llegada y salida de la correspondencia era todo un ceremonial, incluso la gente corría para ver el rápido protocolo.
En las ciudades había una red de buzones urbanos en los cuales había inscripciones de los horarios en que se retiraba la correspondencia y, además pequeños carteles invitando a la gente del pueblo a comunicarse mediante una carta.
Como habían muchos analfabetos en la época habían personas que se dedicaban al oficio de escribir cartas, ellos escribían y leían la correspondencia. Incluso, en los censos de la época se les denominaba "escritores". Éste trabajo era de confianza pues conocían intimidades y secretos, por ello a veces, se les pagaba muy bien.
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