Pedro Luna fue un pintor artista plástico chileno que desde
1924 y por tres años se radicó en Traiguén se le considera uno de los miembros
más emblemáticos de la generación del trece en el arte chileno. El estilo de
los artistas de esta generación genera un quiebre en la historia del arte que había predominado
en Chile hasta 1913.
El estilo es realista donde cobran importancia los retratos, las escenas costumbristas, de interiores y paisajes; así como el tratamiento del color, la luz y la utilización de gruesos empastes, hay un carácter de honda melancolía y contenido social.
El estilo es realista donde cobran importancia los retratos, las escenas costumbristas, de interiores y paisajes; así como el tratamiento del color, la luz y la utilización de gruesos empastes, hay un carácter de honda melancolía y contenido social.
Pedro Luna nació en
Los Ángeles en 1896, a los 14 años fue enviado a Santiago a seguir sus estudios;
en 1912 ingresó a la Escuela de Bellas Artes. En 1920, ya casado con una
acaudalada chilena logra su primer reconocimiento internacional en Italia con
su obra Barco Rojo. En esa ciudad se relaciona con la nobleza y personalidades
del mundo intelectual y artístico, del cual retrata a princesas, condesas y
cardenales. Luego regresa a Chile; termina su primer matrimonio; al comienzo,
triunfa en Santiago, liderando una parte importante del desarrollo cultural del
país en los años 20.
Posteriormente, vive en Traiguén y Linares; siendo
postergado por el medio artístico santiaguino, finalmente, durante sus últimos
25 años de vida sufre la pobreza.
Durante su paso por Traiguén Pedro Luna dejó los mejores
recuerdos, disfrutó de buena situación económica y se relacionó con los
intelectuales de la ciudad. Su abundante producción pictórica incluyó un mural
de La Última Cena en el convento de San Francisco y la decoración de la Logia
Masónica.
Durante Octubre de 1927, expuso 75 telas con motivos de
Europa, Colombia, Uruguay y nacionales,
éstos últimos mostraban temas de Santiago, Mulchén, Traiguén, Talcahuano y
Tirúa.
En Traiguén también tuvo a su cargo el armonio parroquial y la ejecución de conciertos para los fieles,
pues también había estudiado música. En el Teatro Municipal, interpretó al
piano música clásica, encabezando la orquesta, creada por él, con siete
violines, un chelo, un contrabajo y un trombón. Organizó además academias de
pintura y de música.
Cuenta el escritor Lautaro Yankas, “con el artista ya
ausente, en la ciudad de Traiguén se
recordaban con alegría las ocurrencias de Luna, propias de su pintoresca
personalidad, como también existía en la tienda de Maluf muchas obras del
pintor”. Está documentado que en 1955 que aún subsistía la academia fundada por
Luna.
Posteriormente, Luna se instaló en Viña del Mar, ya en la
miseria y alcohólico. Por sus arranques de vehemencia se le ha comparado con
Van Gogh. Vendía sus obras para pasar el día, fue extremadamente prolífico; se
piensa que realizó cerca de 2.000 cuadros, algunos quedan por encontrar. Después
que los médicos le diagnosticaron una rápida
muerte por cirrosis, Pedro Luna enfermó de cáncer finalmente, muriendo en 1956
en Viña del Mar.
Apenas cinco años después de su muerte, se pagaban por sus
pinturas a un alto precio. Se cumplía la clásica historia de la gloria póstuma.
Existe la absoluta claridad que Pedro Luna en Traiguén
vendió muchas pinturas en cuadros pequeños, si usted o familia posee alguna
obra original de este artista, adquiridas en la tienda de Maluf o directamente
a él, créame que tiene un tesoro cuyo valor podría llegar al monto de un automóvil
nuevo. Muchas obras están en el anonimato. Las que se han rescatado pertenecen a Bancos como BCI, del Estado y Museos, pues su valor comercial es una inversión muy rentable. Un original Luna tiene una alta cotización entre los coleccionistas. (Usted puede ampliar las imágenes que aparecen bajo este artículo para reconocer la firma de Pedro Luna en la esquina inferior derecha de los cuadros , dice PLuna)
El Guillatún, El Bodegón, Vendedoras de choapinos, Lomas de
Traiguén y Crepúsculo en Lumaco, Arando en la loma y El óleo Atardecer en
Traiguén, son algunas de sus creaciones realizadas en esta zona.
DESCRIPCIÓN DE ÓLEO ATARDECER EN TRAIGUÉN
Según estudiosos del arte es considerado un cuadro muy
moderno para su época y hasta con cierta abstracción formal, con influencia de
su paso por Europa y casas que se observan tan francesas que corresponden a la
arquitectura rural propia de Traiguén de esos años, generada por la fuerte
inmigración gala recibida en la región. Son destacables también las manchas
bastante delineadas, con los colores muy definidos entre ellas. En la parte
derecha inferior del cuadro, se tiene la sensación que el húmedo prado es
enorme, con manchas que no son difusas, sino concretas, en las cuales el
artista marca los colores anaranjados, marrones y varias diferentes tonalidades
de verde.
Encima de los tonos violetas bastante unidos de las montañas, inventa
un arremolinado cielo distinto e interesante: en manchas muy similares las
nubes se aprecian en un espectro de tintes entre rosados y blancos (integrado
por cuadros de esos mismos colores), justo arriba de la cordillera, de extremo
a extremo del cuadro. Sobre esa zona “matemática o milimétrica”, se observa una
gran nube circular en tonos morados, los cuales se repiten, aunque en
diferentes graduaciones, al fondo en el lado izquierdo. El violeta de la mancha
circular lo contrarresta con una modulación malva pálida rosácea, en especial
al interior de las ramas del árbol. En cambio, en el resto del cielo lo
equilibra con celeste, en ambos extremos superiores, tanto en el derecho como izquierdo,
en tonos que se corresponden, en un cielo que se presiente continuo sobre la
gran mancha circular.
En las dos mujeres, se observan tonalidades
violetas, azules, grises y negros. Van caminando por un sendero de amarillos y
marrones que más adelante se dirige hacia algunas de las casas. Su nostálgica
presencia sirve para destacar una nota humana y al pasar por debajo del árbol,
marca el tamaño de éste que alcanza una significativa altura.
OBRAS REALIZADAS POR LUNA EN TRAIGUÉN: Usted puede ampliar las imágenes para reconocer la firma de Pedro Luna en la esquina inferior derecha de los cuadros.
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