San Sebastián de Yumbel: Una fiesta religiosa popular y el poco piadoso "Don Perro" y comercio callejero.
La
fiesta religiosa de San Sebastián se celebra cada 20 de Enero y 20 de Marzo en
Yumbel, ocasión en que concurren peregrinos y turistas a uno de los santuarios
más importantes a nivel nacional.
El
20 de enero encontramos a mucha gente, más que en cualquier convocatoria del Papa en
su visita a Chile, incluso habían recuerdos de su venida que estaban a la venta
a precio de remate.
Sin duda, en Yumbel se junta lo humano y lo divino. La imagen de San Sebastián data desde los tiempos de la Colonia, y se traslada en esta época desde el templo a un Campo de Oración. La religiosidad popular venera la imagen del Santo, hecha de madera de Cedro y que se honra en Yumbel desde 1663.
Sin duda, en Yumbel se junta lo humano y lo divino. La imagen de San Sebastián data desde los tiempos de la Colonia, y se traslada en esta época desde el templo a un Campo de Oración. La religiosidad popular venera la imagen del Santo, hecha de madera de Cedro y que se honra en Yumbel desde 1663.
Durante la tarde los huasos en sus caballos abren camino a la procesión que recorre
parte del pueblo con rezos y cantos, que me hace pensar que los organizadores de la visita del Papa, debieron incluir a San Sebastián para asegurar convocatoria, incluso hay misas cada 2 horas, todo un récord de oficios religiosos para cerca de 500.000 asistentes.
Pero no solo hay un sentido de fervor popular; el comercio prolifera en las calles como una gran feria, donde existen desde alfileres a muebles de hogar, y lo más increíble en herramientas, ropas, electrodomésticos y un cuánto hay de novedades chinas. Contra toda lógica, los "yerbateros" entre comillas venden “hierbas recreativas y semillitas” al lado de los mismos carabineros. Incluso puedes encontrar la misma comida que venden en las playas de Brasil, si hasta serpientes hay; complementado con cantantes, batucadas y personajes humanos típicos y perrunos, como “Don Perro”, símbolo de la plaza del pueblo, respetado hasta por los perros policiales de carabineros y que duerme durante todas las misas del día.
Vale la pena aguantar la multitud y los 30 grados de temperatura para orar al supremo por el bienestar y paz, además de observar una de las fiestas religiosas más tradicionales de nuestro país.
Pero no solo hay un sentido de fervor popular; el comercio prolifera en las calles como una gran feria, donde existen desde alfileres a muebles de hogar, y lo más increíble en herramientas, ropas, electrodomésticos y un cuánto hay de novedades chinas. Contra toda lógica, los "yerbateros" entre comillas venden “hierbas recreativas y semillitas” al lado de los mismos carabineros. Incluso puedes encontrar la misma comida que venden en las playas de Brasil, si hasta serpientes hay; complementado con cantantes, batucadas y personajes humanos típicos y perrunos, como “Don Perro”, símbolo de la plaza del pueblo, respetado hasta por los perros policiales de carabineros y que duerme durante todas las misas del día.
Vale la pena aguantar la multitud y los 30 grados de temperatura para orar al supremo por el bienestar y paz, además de observar una de las fiestas religiosas más tradicionales de nuestro país.
("Cuentos y relatos del sur"; © 2018)
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