El 2 de diciembre de 1878 se inicia la instalación del
Fortín Traiguén, levantado en las riberas del río del mismo nombre, siendo ocupado por el “Cuerpo de Milicias” al mando
del General Gregorio Urrutia. Éste daría inicio a la fundación de la villa de Traiguén. Breve fue la permanencia del Cuerpo de Milicias,
pues en el año 1881 las necesidades de la Guerra del Pacífico, hicieron que los
hombres de experiencia fueran a servir
al Ejército que operaba en el norte. Entonces se hizo cargo del resguardo de
la nueva villa el Comandante Miguel Contreras y dispuso que el Batallón Ñuble ocupara
el Fortín.
Al comenzar el año 1881 se escuchaba el rumor en la Araucanía
que el ejército chileno, en sus campaña de la Guerra del Pacífico, estaba obteniendo derrotas,
oportunidad que vieron los caciques de las reducciones más numerosas de la
región para recuperar territorio, comenzando a preparar sus armas para la lucha,
sin embargo, estos carecían de una unidad de mando preparada para organizar un gran levantamiento con un ejército capaz de enfrentar a las armas chilenas. Por ello, optaron por un sistema de escaramuzas, vale decir, de
hostilidades con movimientos dispersos y rápidos, era el planteamiento de una
guerra irregular, lo que hoy se conoce como guerra de guerrillas.
La planificación mapuche distribuyó grupos de ataque. El
cacique Marihual se encargaría de Chanco y Traiguén; Pichunlau, de Pelehue, al
sur de Los Sauces; Huenchecal, de Huadava;
Epuleo, de Chanco, el hermano de Quilapan, se
encargaría del fuerte de Adencul; Marileo Colipi de Purén y Lumaco.
EL INICIO DEL ENFRENTAMIENTO
El 26 de enero de 1881 la guarnición de Traiguén atrapa a un mapuche que robaba caballos, éste por
temor a ser fusilado da a conocer los planes de los caiques. Al amanecer del siguiente día, cerca de 60
mapuches se acercan a las inmediaciones de Traiguén para robar algunos caballos que
pastaban, siendo observados por un centinela quien es asesinado, logrando
algunos soldados salvar el intento de robo.
Inmediatamente corrió la noticia y alarma en el poblado,
tomando los soldados sus armas con el vecindario, también listos para enfrentar
la arremetida indígena.
EL ASALTO A TRAIGUÉN
Este vino una vez avanzada la mañana del 27 de enero de 1881, cerca de 3.000 guerreros
mapuches inician el ataque a Traiguén arrasando las haciendas y el ganado del entorno.
Los guerreros mapuches cruzan rápidamente el río, tomando la posición situada al lado sur de la plaza de armas; 50 infantes y 30 jinetes
del ejército chileno iniciaron una escaramuza con los mapuches en el lugar, haciéndoles
retroceder, poco a poco.
El comandante de los soldados de apellido Cid pensó que tras
los movimientos mapuches se escondía una estrategia de emboscada, por ello ordenó
replegarse al pueblo y observar el siguiente movimiento que haría la fuerza mapuche. Mientras eso ocurría envió el aviso del ataque indígena a Angol y los fuertes de
Adencul, Los Sauces y Lumaco.
Al ejecutar el repliegue los dos piquetes de soldados se habían
apartado del grueso de las fuerzas, aparecieron por diversos puntos alrededor de
100 mapuches en oleadas que ingresaron a las calles del pueblo, iniciándose un
combate de infantería al cual se incorporó una cantidad de 30 hombres de caballería, quienes hacen
retroceder a los mapuches.
Los escuadrones indígena emprenden una retirada falsa para
alejar de la plaza a los infantes y caer por otro costado en mayor número.
Efectivamente, en estos momentos aparece por el sur otro grupo de guerreros, se
abalanza sobre el pueblo, llegando hasta
la plaza de armas, siendo detenidos por el fuego de la infantería. Durante
algunos instantes sitiados y sitiadores quedaron observándose de cerca,
mientras algunos guerreros mapuches eran tomados prisioneros.
En la plaza de armas se inicia la parte más sangrienta de la
acción, son fusilados un número indeterminado de mapuches, mientras que desde
el fortín los soldados chilenos decapitaban y arrojaban las cabezas de otros
prisioneros mapuches por encima de la empalizada del fortín para amedrentar al
enemigo. Ello hizo que la fuerza mapuche se replegara y renunciara al ataque de
Traiguén, dirigiéndose a Adencul y Los Sauces, quemando en su camino algunas
casas y cementeras.
El asalto a Traiguén, produjo gran preocupación al Gobierno,
quien tomó la decisión de someter la Araucanía. El ministro del interior don
Manuel Recabarren, se trasladó a Angol a ponerse al frente de una división que debía
organizar para ocupar la línea del Cautín. En pocos días estuvo lista una
columna de 1.746 hombres. El 4 de febrero comenzó a moverse hacia Traiguén,
donde se completaría hasta 2.000 hombres con todos los servicios anexos para
ocupar y dominar definitivamente el territorio mapuche.
De donde provienen las imágenes?
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