TRAIGUÉN: ¿DESDE EL FAR WEST A LA GUERRA DEL ADOQUÍN?

TRAIGUEN
Es una ciudad y comuna de Chile, localizada en la provincia de Malleco en la Región de la Araucanía. Esta localidad, de poco más de 19.000 habitantes, fue fundada en 1878 como consecuencia de la "Ocupación de la Araucanía"; se la conoce históricamente como "el Granero de Chile", debido al auge triguero experimentado a fines del siglo XIX y comienzos del XX; fue además, el centro del "Far West chileno". Desde este lugar se inició la ocupación de la Araucanía, proceso histórico que significó la expansión de la soberanía chilena a todo el territorio mapuche comprendido entre los ríos Bío Bío y Toltén.
  La acción militar no supuso un control inmediato del territorio incorporado. Así lo muestra, en un primer momento, la exuberante naturaleza imperante cuyos intransitables caminos y senderos seguían siendo dominio de mapuches y cuatreros mestizos chilenos, el Far West o la ley del más fuerte imperaba en ese territorio, el imperio de la ley chilena aún no llegaba. Difícilmente podía haber una mayor presencia estatal en un espacio dominado por una “selva virgen” y en un estado de precariedad caminera hasta fines de siglo XIX, sin embargo, luego de la entrega de tierras a colonos, la instalación militar y la intensa actividad comercial hicieron que la ciudad de Traiguén tuviera industrias y una agricultura muy próspera.

PATRIMONIO Y ADOQUINES CON HISTORIA
Las primeras aceras de Traiguén fueron gruesos tablones de robles y calles de tierra que se transformaron gradualmente en avenidas de adoquines, con construcciones que le dan un sello multicultural atractivo a sus vías públicas, pues su arquitectura está marcada por la presencia de la colonización suiza, francesa y alemana, entre otras. Por sus calles adoquinadas caminaron Gabriela Mistral como profesora del Liceo de Niñas de la localidad y Pablo Neruda como amigo de una familia terrateniente de la zona. 
  Durante la primera mitad del siglo XX Traiguén experimentó un gran auge económico y cultural que fue decayendo producto del crecimiento y desarrollo de la ciudad de Temuco. De ese esplendoroso tiempo quedan algunas fábricas y edificaciones que le entregan una característica señorial que se resiste morir pese al paso del tiempo. 
  Las antiguas viviendas y sus calles adoquinadas trasladan al visitante a una época e historia difícil de revivir en otros lugares del país, rodeada de un atractivo paisaje de cultivos industriales y forestales. También, en estas tierras existen comunidades mapuche que preservan orgullosamente sus costumbres y tradiciones.
  Sin embargo, hoy un grupo de habitantes de la ciudad se encuentran en alerta frente a uno de los proyectos impulsados por el municipio y Serviu de la Araucanía y, "que ponen en peligro la preservación de lo que consideramos un valioso patrimonio de la comunidad traiguenina". Plantean que la deficiente fiscalización ha hecho que los adoquines desaparezcan, no restituyéndose los que han sido dañados por el paso del tiempo. Dicen que hay una mala política respecto del patrimonio de la ciudad y sus calles. En una de ellas - calle Errázuriz - se pretende sacar sus adoquines y reponerlos con una cruz Suiza pintada, más espigas de trigo; una "aberración" plantean algunos "a Traiguén llegaron chilenos a los cuales se integraron colonos de Suiza, España, Francia, Alemania que vivían momentos de persecución en Europa, formando una  comunidad traiguenina multicultural, pues aquí hay descendientes de diversas colectividades extranjeras que conviven con mapuches, no hay suizos puros".
  Principalmente se les solicita, a las autoridades, que toda la zona antigua de Traiguén se transforme en un área de valor patrimonial, pues el  “casco histórico” es de un gran atractivo turístico. Sus casas patrimoniales son una interesante oferta turística pues "aquí se palpa una sociedad mestiza multicultural y diversa, donde conviven el pueblo mapuche y descendientes de inmigrantes suizos, franceses, ingleses, españoles, portugueses, austríacos, y rusos, principalmente y, es en la actualidad puerta de entrada a la Frontera o Araucanía y con una fuerte vocación turística en el corto plazo", se recalca. 
  La lucha por los adoquines y el patrimonio asociado se inicia, 48 cuadras de adoquines han sido eliminadas y quedan solo 66. Carlos Andrés Stappung Ruff, administrador del grupo de facebook de "Traigueninos con Adoquines" se pregunta:  "¿Es un proyecto más de desaparición de adoquines?  No estamos contra los trabajos, solo que se piense en un proyecto de calidad que dure, los que están tiene 100 años", finaliza Stappung.
 La controversia está instalada, se señala que hay poca información y fiscalización, pues tras la desaparición de adoquines se esconde un gran negocio, "ojala no ocurra lo que pasó en Coquimbo, donde éstos fueron enviados a Alemania generando una gran ganancia para los bolsillos de algunos y una pérdida patrimonial para el país", concluye uno de los miembros del grupo.
Sin duda, conjugar el pasado con el presente es una gran tarea que reditúa no solo en lo económico, sino también en el bienestar de una comunidad que ha entregado un notable aporte al país durante gran parte de su historia.
El maestro Méndez experto en adoquines, uno de los últimos del país
Fotos: Traigueninos con adoquines

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Comentarios

  1. Un ciudadano de paso, que administra, no tiene derecho a sobrepasar el deseo y sentimiento de la comunidad organizada. Es un crimen destruir el patrimonio històrico , cultural y arquitectònico de una ciudad.

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