El yerbatero, es un personaje en extinción, aún deambula escasamente por ciudades,
pueblos y ferias ofreciendo paquetes de hierbas. Conocimos uno de ellos, quien
nos introduce en el conocimiento de yerbas ancestrales y nos aconseja en cuanto a la posología
y forma de administración de su mercancía, cuyas propiedades curativas bien
conoce.
La sabiduría de los yerbateros
se basa absolutamente en la tradición, anclada en la experiencia de machis,
curanderos indígenas y campesinos. Un ejemplo del descubrimiento popular de las
propiedades medicinales de una planta fue dado por el doctor Ángel Vázquez,
quien describió las virtudes medicinales del radal. El análisis científico de
este árbol fue producto de una historia contada por un hombre de campo, un
carretero que padecía una fuerte afección asmática. Un día "conduciendo
una carreta, se sentó muy fatigado al pie de un Radal y bebió agua en
abundancia. El agua corría al pie del árbol, bañando su tronco. En el instante
se sintió mejorado, su respiración era más fácil. Prosiguió su camino y al
llegar a su casa su estado era muy distinto al de antes. Preguntado cómo había
mejorado contestó: que había bebido agua de la vertiente al pie de un Radal”.
FERNANDO MORALES UN YERBATERO CON DONES ESPECIALES
Si usted va a Traiguén o
Capitán Pastene no puede dejar de conocer a don Fernando Morales, yerbatero de
bien lúcidos 90 años de edad, vive en Capitán Pastene, comuna de Lumaco, Región
de La
Araucanía. Se autodefine como naturista y dice tener el don de visualizar las
enfermedades en la orina. Es posible encontrarlo con su canastito los días
sábado haciendo sus entregas en Traiguén en el sector del hospital y la feria.
Es muy reconocido, especialmente entre los funcionarios de la salud de la zona.
Ha atendido a personas de
distintas clases sociales, y que al contrario de lo que se piensa, se ha ganado
el respeto por sus diagnósticos acertados. Ello, le ha permitido adquirir
cierta fama que trasciende las fronteras de la zona. Con menor cantidad de años
a cuestas, don Fernando repartía sus yerbas desde Curicó al sur, recuerda que
viajaba en tren para entregar su medicina natural, siendo muy esperado por sus
clientes como una verdadera estrella de la medicina natural. Dice que estas
hierbas las recolecta en faldeos de la cordillera de Nahuelbuta y que cada vez
escasean más, porque los lugares naturales han ido desapareciendo.
"Las yerbas hay que tomarlas con
fe", recalca que Dios le dio la inteligencia para conocer las enfermedades
a través de la orina y las propiedades de las plantas curativas. "Me
interesa que me entreguen la orina en ayuna. Ahí sale todo el cuerpo de la
persona y dónde está la enfermedad. Yo la miro y me doy cuenta si el enfermo
tiene problemas a los riñones, colón, hígado o en la cabeza". Cuando son
enfermedades complejas, "los mando al médico".
Según comentan sus conocidos
“una vez, unos doctores del hospital de Traiguén, que estaban enfermos, le
mandaron con sus nanas frascos con orina,
para que él les recetara algunas yerbas, con lo cual se sanaron”, desde esa
época mantiene un bien reconocido respeto. Canchalagua con limón para la
fiebre, dolor de cabeza y desinflamar la próstata; pingo pingo para limpiar las
impurezas de la sangre, mejorar los problemas a la orina y colon; huallo para
la vesícula, también para la caída de pelo y caspa. Don Fernando dice que el piche
o palo piche es una hierba utilizada ancestralmente por los mapuches para
problemas estomacales y riñones, tiene otras propiedades como ayudar a mejorar
la cistitis y cálculos. Incluso posee
las hierbas apropiadas para mejorar el vigor sexual y la pena; bailahuén,
limpiaplata, pelo de choclo, boldo, entre otras para diversas dolencias,
confidencia don Fernando.
LAS MACHIS Y SUS HIERBAS
Las machis utilizaban una colección completa de hojas y
raíces, no sólo para las personas sino
también para aplicación veterinaria mágica. Conocían yerbas que predisponen a
los animales a la fecundidad doble. También, valiéndose de los poderes
excitantes y narcóticos de substancias vegetales para mediante sueños, lograban éxtasis, alucinaciones y ejecutaban
sanaciones. Contaban con vegetales con
propiedades afrodisíacas, el mellicolahuen; de efectos prolíficos para la
mujer, capralahuen; un pasto que los mapuches reconocían con el nombre de
paillahue y un liquen que llamaban oñoquintué, se aplicaban para el amor. Había
muchas hierbas para producir la impotencia, la insensibilidad y tratar otras afecciones
patológicas. En el aspecto dental se sabe que una machi con una infusión de
raíces, era capaz de en algunos minutos,
poner fin al más fiero dolor de muelas.
AGUITAS PERRAS
Todos hemos consumido, sin
quererlo o queriendo, las famosas agüitas ¿Quién no ha tomado un agüita de
boldo o un agüita de cedrón para las penitas de amor? o ¿un agua perra para
después de un pesado almuerzo? Estas mágicas infusiones sirven para todo,
incluso para esos días de frío, arreglar
algún desajuste estomacal, o simplemente disfrutar de sus propiedades. Para tranquilizar, desinflamar,
limpiar la sangre, en fin, su variedad y la fe con la que se tomen
marcan la diferencia a la hora de disfrutar de estos líquidos.
Don Fernando recomienda no
mezclar más de tres hierbas a la vez, de esa forma no se pierden sus amables
características. Además, si prefieres
endulzar este natural brebaje se recomienda elegir la saludable miel antes que
el azúcar y así conseguir mayores beneficios para tu cuerpo.
Si desea consultar con don
Fernando Morales vaya depositando pipí en una botellita limpia y precisando su
dolencia, de seguro encontrará no solo la hierba necesaria, sino también una
grata conversación, positiva alegre y con conocimiento ancestral.
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