En el camino que une San Fernando con las Termas del Flaco, a la altura del kilómetro 39, vive desde el año 1995 Alfonso Bravo Lavín de 61 años. Un día 26 de septiembre del año 95 se aburrió de vivir en el smog de la capital y de Las Condes. Ñañito cuenta que se aburrió del ruido de las micros, las carreras a los Bancos etc. Tomó un bus a la Región de O’Higgins y buscó un lugar tranquilo donde pudiera olvidarse de todo. Fue entonces que llegó al camino a las Termas del Flaco y se instaló en una casita abandonada a orillas de la ruta pasado el sector de La Rufina.
Desde entonces don Alfonso Lavín, quien es primo de Joaquín Lavín, vive acompañado de sus perros, que le dan el calor necesario para pasar el frío de las noches cordilleranas. Ñañito es muy conocido en los alrededores por los turistas que suben a la cordillera en dirección a las Termas del Flaco entre los meses de Diciembre a Marzo. En esta temporada es cuando más es visitado y le dejan algunos alimentos. También es visitado por los arrieros que pasan por el lugar y pernoctan la noche con él. Por la visita estos matan a un cordero y le dejan su sus piernas para que se alimente. Además, durante este último tiempo los gerentes y trabajadores de las empresas que está construyendo la central hidroeléctrica la Higuera le visitan y le dejan más de algún regalito para que pase sus días.
Ñañito,dice que está feliz en este lugar y que jamás lo dejará, porque se siente contento de vivir en estas condiciones. La tranquilidad dice que es impagable, porque no tiene que pagar cuentas. Vive sin luz y el agua potable, el vital elemento lo recibe desde una vertiente con cañerías que llegan a su casa.
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