Encontré dos fotografías de la locomoción colectiva que me recordaron mi niñez en Temuco, donde vivimos con mi familia hasta 1977. Recuerdo que existían dos recorridos líneas 6 y 7, les decían "liebres" y habían "microbuses" grandes y antiguos que complementaban el transporte público de la ciudad. Para ir al colegio o el centro utilizábamos las liebres, que eran máquinas pequeñas de fines de los 50. Éstas podían ser mercedes, borgard u opel, cabían unas 20 personas y otras 20 debían ir de pie con la cabeza agachada. Era una locura bajarse de ellas, 40 personas en ellas era un exceso, pero no había alternativa.
Una de las fotos dice Millaray-Pueblo Nuevo y publicita el partido de Green Cross Temuco con Universidad de Chile, célebres encuentros de la primera división de esos años. Ese recorrido era el número 6.
Pese a la caída de carné, es una alegría recordar cuando en las liebres íbamos con mi padre al estadio municipal de Temuco a ver estos encuentros, donde no faltaba el alcalde Germán Becker, las palomitas de maíz y la radio a transistores. El olor en estas liebres era fuerte... fuerte... fuerte. También, recuerdo que luego del Golpe Militar, en el primer asiento iba sentado un milico con fusil, lo que con el tiempo lo tomábamos con mucha naturalidad pues en liebre nos trasladábamos al colegio de manera habitual.
Posteriormente, poco a poco se fueron reemplazando estas liebres por microbuses mas modernos, hasta desaparecer definitivamente en 1976, aproximadamente. Sin duda, la caída de carné, recordando a las desaparecidas liebres es fuerte, pero grato.
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