Citroneta Citrola

RECORDANDO LA CITRONETA "CITROLA"
Me acuerdo que siendo niño, pasaba por el lugar donde vivíamos un alemán vendiendo huevos y quesos de Traiguén en citroneta. Esos instantes me vinieron a la mente al ver uno de estos vehículos en el techo del museo de don Luis Villagra, en calle Balmaceda, en Traiguén, muy similar a la de don Merardo Ávila, un conocido de mis padres, quien al parecer en los años 80 había pintado con brocha y pintura de color celeste su citroneta, en la cual llevaba al río a su familia, incluido un cordero para el asado, saco de carbón, cajón de tomates, melones y la buena sandía "calá".
Recuerdo que era común “adornarlas” o mejorarlas, forrando los asientos con género de toalla, o le ponían radio con una formidable antena con una cola de zorro, huinchas reflectantes, calcomanía en el vidrio trasero que decía "Solo Dios sabe si vuelvo"; y muchos otros agregados y modificaciones que se le introducían con el fin de hacerla más confortable, mas rica, más acogedora, despertando así la envidia de todo el vecindario. La “citrola”, como se le llamaba familiarmente, adoptaba poco a poco las características de su propio dueño. Era el enchulamiento de la época.



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